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Soy Diego García Landa.

Flautista desde niño, aunque más de una vez estuve a punto de tirar la toalla. Yo quería seguir tocando, pero mi cuerpo tenía otros planes.
Las tensiones casi me cuestan mi carrera como músico. Y, tras muchos años de dar clase a otros Flautistas, he visto que este problema puede afectar a cualquiera, toques por afición o seas profesional.
Te cuento algo.
A diario, en mi tienda ayudo a músicos a escoger su instrumento.
Los alumnos del conservatorio se sorprenden cuando les enseño a relajarse mientras interpretan. De repente, notan que suenan mejor con menos esfuerzo.
Y se extrañan, me dicen que nunca nadie les había hablado de la relajación.
La forma de tocar la Flauta ha evolucionado, pero la enseñanza se quedó en el siglo XX. Con técnicas de hace casi 100 años, que ignoran cómo se mueven los músculos al tocar.
Te enseñan a sonar bien, pero no a conectar cuerpo y mente mientras tocas. Y sin esa conexión, es difícil disfrutar de la Flauta.
Porque la Flauta no tiene cuerdas, ni cañas, ni boquillas.
Al tocar, usas músculos de las manos, la cara o el pecho que igual no sabes ni que existen y que nunca se mueven con tanta precisión. No controlar estos músculos es como correr con los cordones desatados, al final tropiezas.
El problema es que nadie te ha enseñado a sentir tu cuerpo y relajarte mientras practicas.
Muchos músicos profesionales tocan relajados sin darse cuenta. Si conocen las tensiones, no saben explicarlas. Y creen que si a ellos su técnica les funcionó, a ti también te servirá.
Pero si quieres avanzar, además de técnica, necesitas entender cómo creas música con tu cuerpo, tu mente y la Flauta.
¿Has visto tocar a Emmanuel Pahud? Es el mejor Flautista del mundo, parece que la Flauta forme parte de su cuerpo. Como cualquier músico de primer nivel, Pahud toca desde la relajación. Y tú, incluso si no eres profesional, también puedes aprender esa forma de tocar.
A tu nivel, claro está.
Tocar sin tensión no te convierte en un virtuoso, pero sí te lleva a disfrutar por fin de la Flauta. Porque cuando tocas relajado tu técnica mejora, y entonces:
- Piezas que hoy parecen inalcanzables empiezan a fluir.
- Mueves los dedos con una precisión que hoy es impensable.
- Disfrutas de expresar tus sentimientos a través de un mero tubo de metal.
Si tocas este instrumento:
- Tanto si quieres empezar para no quedarte con la espinita clavada.
- Si llevas varios años tocando por afición y buscas progresar.
- Estudias en un conservatorio.
- O eres profesional.
Con mis cursos aprendes a coordinar cuerpo, mente y Flauta. Para que, sea cual sea tu nivel, encuentres al Flautista que llevas dentro.
Descubre los cursos
- Aprende a controlar tu cuerpo
- Sea cual sea tu nivel
- Elimina las barreras de tu técnica
- Te regalo clases de seguimiento para acompañar tu desarrollo.

Durante años, mi brazo se dormía y el sonido me fallaba en cada ensayo
Llevé mi cuerpo al límite, incluso tuve una tendinitis en el codo, pero conseguí una plaza en el grado superior de Flauta.
En Musikene daban clase profesores de primera fila, algunos incluso de la Orquesta Nacional. Mis maestros siempre comentaban lo mismo: que tensaba demasiado la embocadura y que me relajara. Pero nadie sabía explicarme cómo liberar la tensión.
Me llenaba de dudas al ver a los profesores sonar tan bien y fluir en uno con la Flauta.
Investigué por mi cuenta y descubrí que tensaba tanto la cara que el aire se desviaba y comprimía tanto el pecho, que me ahogaba. Eran cosas que nadie me había explicado en los más de 14 años que llevaba en la música.
Cuando conseguí cómo relajar mi cuerpo al tocar, dejé de luchar con la Flauta y empecé a fluir con ella. Por fin podía controlar el sonido, la musicalidad y la técnica.
Y tocar se convirtió en un placer, no en un esfuerzo.
Por si quieres saber un poco más sobre mí
Desde el 2014 dirijo El Hogar de la Flauta Travesera en Madrid.
Cada día, ayudo a Flautistas de todos los niveles a encontrar su instrumento. Me cuentan dónde estudian, si tocan en una banda, qué planes tienen o cómo quieren sonar.
Vemos el sonido, afinación, digitación, articulación, la facilidad para cambios de octava… Hasta encontrar su Flauta.

Estuve a un paso de cambiar la música por la astrofísica.
Siempre me habían dicho que podía hacer carrera en la música, pero yo no terminaba de creérmelo. Así que me matriculé en Física en la Complutense durante 2 años.
Estudiar Física me dio una nueva perspectiva sobre la flauta. Es apasionante entender cómo creas el sonido con tu cuerpo y un simple tubo de metal y cómo esas vibraciones se transmiten por el aire
Mi primera profesora era rusa.
De ella aprendí la disciplina.
Luego la vida me enseñó la paciencia y la constancia. Tres palabras que verás que repito en mis cursos, porque sin ellas un Flautista no avanza. Sin disciplina, paciencia y constancia, yo no habría llegado hasta aquí.
Soy profesor de Flauta desde los 20 años.
Siempre me ha interesado la enseñanza. Y, al acabar el grado superior me saqué dos másters, uno de ellos en coaching musical.
En mis cursos y clases te cuento paso a paso el equilibrio cuerpo-mente que a mi me llevo años entender para que tu puedas aprenderlo semanas (si tienes disciplina y paciencia)
Tanto si estás empezando, tocas desde hace unos años o eres profesional, aquí tienes los cursos que te conectan con el Flautista que llevas dentro.